Canaletto suertudo


A veces la suerte pasa y te roza la nariz al tiempo que te das de bruces con la de otros. Pero en situaciones como las de ayer te alegras porque es la primera vez desde que tienes uso de razón que ves en carne y hueso el cartel de Vendido Aquí. En el bar Canaletto, muy cerca de tu casa. Tanto que desde la ventana, cuando te asomas a fumarte un cigarro, adivinas el número y piensas en toda la gente pasó por allí, lo vio y no lo compró.

Tú misma estuviste la noche anterior al sorteo tomándote algo cuando la suerte ya estaba repartida y ya no quedaban boletos. Por eso te alegra que al camarero que te puso dos cañas, dos lambruscos y ración extra de mejillones le haya tocado algo. O algo más. Te acuerdas del ingeniero que trabaja ahí al lado y estudió contigo en el colegio Nuestra Señora de los Remedios. Fijo que tiene un décimo porque es de los que vieron la final de la Eurocopa y cantaron los goles a puerta cerrada en plena calle Azafranal. Quizá la chica de la tienda On tenga no uno, sino dos, y es que ya se sabe que los niños vienen con un pan debajo del brazo. El bar es una fiesta y te emociona el reencuentro entre Salamanca y los afortunados. ¡Enhorabuena!

Recomendamos (en http://corsoexpresso.blogspot.com también lo harán muy pronto) un chocolate bien caliente con aroma de café, bebida revitalizante que genera endorfinas por un tubo; un té con cuatro rajas de limón que te haga echar humo por la nariz y te caliente hasta las uñas de los pies, o una ración extra de mejillones picantes con los suertudos del Canaletto. En buena compañía.

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